Cuando llegamos a una sesión de preboda nuestro objetivo fundamental es conocer a los novios, hablar con ellos, contarnos cosas, en definitiva pasar un buen rato. En alguna ocasión hemos comentado que nos encanta poder tomar un café con las parejas desenfadadamente en un bar, mientras nos comentan sus inquietudes, siempre se les ve muy ilusionados y nerviosos preparando uno de los días más importantes en su vida...¡su boda!
A Amaia y a Juancar los conocimos de esta manera, con un café en uno de nuestros bares del barrio preferidos, ¡qué casualidad! jajaja, se nota que todos éramos cafeteros... después de varias charlas llegó el día de la preboda y la sesión que comenzó con ellos un poco tímidos pronto se convirtió en risas constantes.
Con todas las parejas intentamos crear una empatía y una complicidad que luego se muestra en las fotografías. Y esta pareja fue verdaderamente especial... A la hora de la comida nos propusieron ir a la casa rural que regenta la familia de Amaia, y nosotros por supuesto encantados, allí nos encontramos con una familia que nos abrió las puertas y nos contó la maravillosa historia de cómo se habían conocido y lo importante que era este sitio para ellos. El destino siempre nos tiene guardadas sorpresas dónde menos nos esperamos. Y allí en Nekazal Turismoa he decir que comimos de lujo rodeados por miradas cómplices de una bisabuela a su nieto, de una tía y una abuela orgullosísima y de un tío y un padre que hicieron de la comida unas risas. No pudimos estar más a gusto.
Sólo nos queda decir ¡¡¡¡gracias a todos!!!!
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